Mi humor está tan cambiante como cuando haces zapping porque no hay nada interesante que ver en la tv que ni yo misma me soporto. Es que, no sé si te habrás dado cuenta pero las supuestas dos semanas que tenía que esperar para saber los resultados de los mil exámenes psicológicos que me hicieron se convirtieron en más de tres semanas.
Tres malditas semanas en las cuales seguí drogándome con mis siete pastillas diarias ( a veces algunas más para poder dormir ) que mi psiquiatra ordenó.
Tres malditas semanas en las cuales mi madre ( y toda mi familia en general ) no me descuidaban ni un minuto por miedo a que intente suicidarme en cualquier momento.
Tres malditas semanas en las cuales me pasé durmiendo quince horas diarias, y las nueve restantes con absolutamente nada que querer hacer, pero, tampoco podía parar esta maldita obsesión involuntaria de pensar y pensar en cuál sería la manera más sutil de quitarme la vida sin que parezca que yo lo provoqué; y, como bonus, hacerte pagar cada segundo de dolor de que me hiciste sentir. Al final tu pagarías por todo eso y por mi muerte, y yo, recibiría mi premio ( o castigo, no se ) por haberte permitido todo.
Todo da vueltas en mi cabeza, y al final siento que sí, moriré, a causa de lo mala persona que puedo llegar a ser conmigo misma, sin contar el altísimo daño que le hago a todo aquel que me rodea.
Me salí del tema, lo siento. En fin, los resultados fueron más que obvios, nada que mi subconsciente no supiera ya.
Examen de inteligencia:
“Estás por encima del promedio de coeficiente intelectual, incluso tienes mucho más potencial para desarrollar, solo que pareciera que te has estancado. Pero, hay un problema, mira el gráfico, caes en picada con respecto a COMPRENSION, eso quiere decir que frente a situaciones de riesgo, estrés, responsabilidad, o presión reaccionas con mucha irritabilidad, ansiedad, incluso agresiva. Las decisiones que tomas frente a estos estados no son normales, eso es un problema emocional”
Tres malditas semanas en las cuales seguí drogándome con mis siete pastillas diarias ( a veces algunas más para poder dormir ) que mi psiquiatra ordenó.
Tres malditas semanas en las cuales mi madre ( y toda mi familia en general ) no me descuidaban ni un minuto por miedo a que intente suicidarme en cualquier momento.
Tres malditas semanas en las cuales me pasé durmiendo quince horas diarias, y las nueve restantes con absolutamente nada que querer hacer, pero, tampoco podía parar esta maldita obsesión involuntaria de pensar y pensar en cuál sería la manera más sutil de quitarme la vida sin que parezca que yo lo provoqué; y, como bonus, hacerte pagar cada segundo de dolor de que me hiciste sentir. Al final tu pagarías por todo eso y por mi muerte, y yo, recibiría mi premio ( o castigo, no se ) por haberte permitido todo.
Todo da vueltas en mi cabeza, y al final siento que sí, moriré, a causa de lo mala persona que puedo llegar a ser conmigo misma, sin contar el altísimo daño que le hago a todo aquel que me rodea.
Me salí del tema, lo siento. En fin, los resultados fueron más que obvios, nada que mi subconsciente no supiera ya.
Examen de inteligencia:
“Estás por encima del promedio de coeficiente intelectual, incluso tienes mucho más potencial para desarrollar, solo que pareciera que te has estancado. Pero, hay un problema, mira el gráfico, caes en picada con respecto a COMPRENSION, eso quiere decir que frente a situaciones de riesgo, estrés, responsabilidad, o presión reaccionas con mucha irritabilidad, ansiedad, incluso agresiva. Las decisiones que tomas frente a estos estados no son normales, eso es un problema emocional”
Examen de ansiedad:
Puntaje alto – ansiedad severa
Examen de depresión:
Puntaje alto – depresión moderada
Examen de organicidad:
No presenta ninguna lesión física en el cerebro.
Examen de personalidad:
Presenta mucha ansiedad, baja autoestima, poco aprecio hacia su persona, mucho resentimiento, dolor, inseguridad y desconfianza con ella misma y hacia los demás, muchas dudas, ideas cambiantes en donde siempre afirma tener la razón, difícil de comunicarse, muy nerviosa, y lo más preocupante, dirige todo lo que sucede a su alrededor hacia ella misma y siente mucha culpa; puede ser la razón de la autoagresión.
Se sugiere sesiones de relajación y terapia cognitiva-conductual.
Se siente muy vacía y sin razón de vivir, sin ganas de despertar. Como si un *dementor le hubiera dado el maldito beso, se hubiera llevado su alma y ahora se encuentra muerta en vida.
Eso es lo único que le faltó escribir a la psicóloga pero muy acertada en todo lo demás la mujer.
De todos modos y de alguna manera mi inconsciente ya lo sabía todo; solo que mi consiente se demoró en aceptar la porquería de mujer que soy.
*DEMENTOR: Leer HARRY POTTER
uhmmm lo bueno, tu cerebrito esta intacto, bien friki tu post, me da la sensación de estar en un torbellino que va jalando cosas hacia el centro.
ResponderEliminar